
Introducción
Últimamente nos hemos visto inmersos en un arduo proceso de elaboración conceptual a propósito de planear nuestro trabajo docente orientándolo a que los estudiantes desarrollen competencias. Encontramos la noción de competencia frecuentemente articulada a otros dos constructos educativos fundamentales: las situaciones de aprendizaje y el aprendizaje significativo.
Al mismo tiempo, no pocos de maestros expresan y muestran dificultades para comprender y manejar esas nociones. De ahí nuestro interés por profundizar en el tema y compartir los hallazgos confiando en que serán útiles a todos aquellos actores educativos que se ven cotidianamente exigidos por estos procesos de diseño e instrumentación curricular.
En El aprendizaje y el desarrollo de las competencias, Vargas problematiza el tema a partir de la nueva exigencia educativa: desarrollar competencias y hacerlo a partir de aprendizajes significativos y situados en la realidad. Interroguemos con él a cada una de esas nociones poniendo sobre la mesa de análisis algunos supuestos que aceptamos como incuestionables: competencias, aprendizaje, Aprendizaje significativo y aprendizaje situado.
SOBRE LAS COMPETENCIAS
: “¿Son los logros que busca el mundo del trabajo (al que debe responder la educación superior) semejantes a los logros generales que la educación desde siempre ha proclamado que persegue?”. Reconoce sin titubeos que “una ideología, la de la competencia académica, está siendo desplazada por otra: la de la competencia operativa”. Significa que “el interés de la sociedad se inclina hacia formas de conocimiento que tienen un valor de uso en el mercado del trabajo”.Barnett identifica pues estas dos tendencias, la académica y la operacional, y afirma que ambas “reflejan mundos e intereses limitados (el mundo académico y el mundo del trabajo)”.
¿No queda la práctica profesional desprovista de sentido si se le desarrolla sin análisis y reflexión teórica? ¿No toma el mundo de la empresa un control excesivo de las operaciones socio-profesionales si se desnudan éstas de su carácter reflexivo y conceptual? Llevada nuestra inquietud al extremo, nos preguntamos: ¿cómo se opera el mundo sin comprenderlo? O mejor, ¿a qué intereses sirve una operación del mundo sin su reflexión y su comprensión? ¿No debería entonces ser considerada la competencia –por lo menos en el mundo académico- como una noción que incluyera un diálogo de ida y vuelta entre el objeto socio-profesional al que sirve utilitariamente y el objeto de estudio que la provee de significado y sentido?
¿cómo y por qué razones habremos de re-significar esta noción para que tome un significado más académico que vincule los marcos referenciales teóricos del estudiante con la acción misma en que se ponen en juego precisamente esos saberes? ¿Es esto posible? ¿No conspira de origen, académicamente hablando, la noción de capacitación contra la noción misma de educación? ¿Capacitar y educar son realmente cosas distintas? ¿Por qué? ¿En qué estriba la diferencia que hace a los académicos alejarse de la capacitación para atrincherarse en la educación, al mismo tiempo que a los empresarios alejarse de ésta para atrincherarse en aquella? Este tipo de constructos pedagógicos, creemos, son los que deben ser examinados y comprendidos suficientemente por profesores y funcionarios académicos un ndados –a veces sólo discursivamente- en el desarrollo de competencias[H1] .
[H1] no siempres se acepta tan fácil la formación de los laumnos, para el trabajo, ni la escuela como empresa, pero asi planteado, parece ser más acertado, la comparacion.
SOBRE EL APRENDIZAJE EN SI
Considerar los conocimientos como una realidad construida por el propio sujeto en el proceso mismo de aprenderla, exige, al común de los profesores universitarios, comprender unos niveles de complejidad cognitiva que ya no fácilmente entran en su dominio conceptual.
¿En qué examen final, de prácticamente cualquier materia universitaria, se analizan y reflexionan los cambios estructurales y personales ocurridos en los estudiantes en tanto seres humanos por encima de los contenidos programáticos? En una clase de comunicación el examen final contendrá preguntas a propósito de unos contenidos de comunicación vistos en clase, de ninguna manera y en ningún caso habrá ahí pregunta alguna respecto de los cambios ocurridos en las formas de comunicación del estudiante en tanto persona.
¿el aprendizaje es algo tan absolutamente trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?. No negamos, en absoluto, que unos determinados conocimientos se hicieron presentes en el espacio de esa relación de enseñanza-aprendizaje, pero sospechamos que la naturaleza del aprendizaje, como realidad existencial humana, está aquí totalmente trivializada. Sabemos que al aprender, el ser humano se transforma, si no fuera así, la evolución y la civilización no se explicarían; entonces ¿por qué cuando se habla de aprendizaje el énfasis educativo está puesto en los contenidos y en el proceso de enseñanza-aprendizaje y no en la identidad personal y el proceso de transformación del sujeto? En este sentido, nuestra sospecha va más allá de sólo poner en cuestión la noción de mediación. Creemos que, al aprender, el ser humano está optando por una forma concreta de apropiación de la realidad, del mundo. Reconocemos que al aprender, el ser humano almacena determinados datos, pero no creemos que eso constituya propiamente el aprendizaje. ¿Qué es entonces lo que realmente lo constituye? Si es el estudiante quién aprende y lo que aprende lo construye él mismo, ¿por qué hablar de mediación? Evidentemente el maestro actúa comunicacionalmente de una determinada manera que según él, media el proceso de aprendizaje del estudiante, ¿pero qué es lo que media? Los conocimientos ciertamente no, porque éstos están siendo construidos por el propio estudiante.
¿Cómo hablar entonces de aprendizaje significativo y de aprendizaje situado sin antes haber establecido la naturaleza profunda del aprendizaje como tal, en unos términos además que develen cómo sucede –en virtud de este aprendizaje- la transformación profunda del sujeto? ¿Se deriva precisamente de esta transformación profunda de la persona que aprende la posibilidad de que el aprendizaje sea o no significativo[H1] ?
[H1]se debe considerar, que al aplicar el examen, no siempre es cuestion del docente, muchas veces, la administración de la escuela exige esto, no siempre es la apreciación del docente.
SOBRE EL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO
¿por qué hablar de aprendizajes significativos como algo que hay que conseguir? ¿No es acaso todo aprendizaje, de facto, por serlo, un aprendizaje significativo? ¿Es posible el aprendizaje no-significativo? Algunos autores consideran que el aprendizaje no significativo es aquel que solo es discursivo y memorístico.
Se nos ha dicho en los enfoques educativos propios de la psicología humanista-existencial que el ser humano aprende significativamente sólo aquello que percibe como necesario para la sobrevivencia o el desarrollo del sí mismo, pero hay otras corrientes teóricas propias del constructivismo que conciben el aprendizaje significativo más bien en los términos de un aprendizaje donde los contenidos nuevos pueden ser asimilados a los viejos, dentro, siempre, de la estructura cognitiva del sujeto.
El discurso magisterial en el aula no nos parece que sea en sí mismo una aberración educativa[H1] .
[H1]entendemos en el aula como significativo, aquello que el el aulo adquierio, utiliza y le sirve para presentar cierta actitud, el texto es limitado a una sola acción.
SOBRE EL APRENDIZAJE SITUADO
Últimamente nos hemos visto inmersos en un arduo proceso de elaboración conceptual a propósito de planear nuestro trabajo docente orientándolo a que los estudiantes desarrollen competencias. Encontramos la noción de competencia frecuentemente articulada a otros dos constructos educativos fundamentales: las situaciones de aprendizaje y el aprendizaje significativo.
Al mismo tiempo, no pocos de maestros expresan y muestran dificultades para comprender y manejar esas nociones. De ahí nuestro interés por profundizar en el tema y compartir los hallazgos confiando en que serán útiles a todos aquellos actores educativos que se ven cotidianamente exigidos por estos procesos de diseño e instrumentación curricular.
En El aprendizaje y el desarrollo de las competencias, Vargas problematiza el tema a partir de la nueva exigencia educativa: desarrollar competencias y hacerlo a partir de aprendizajes significativos y situados en la realidad. Interroguemos con él a cada una de esas nociones poniendo sobre la mesa de análisis algunos supuestos que aceptamos como incuestionables: competencias, aprendizaje, Aprendizaje significativo y aprendizaje situado.
SOBRE LAS COMPETENCIAS
: “¿Son los logros que busca el mundo del trabajo (al que debe responder la educación superior) semejantes a los logros generales que la educación desde siempre ha proclamado que persegue?”. Reconoce sin titubeos que “una ideología, la de la competencia académica, está siendo desplazada por otra: la de la competencia operativa”. Significa que “el interés de la sociedad se inclina hacia formas de conocimiento que tienen un valor de uso en el mercado del trabajo”.Barnett identifica pues estas dos tendencias, la académica y la operacional, y afirma que ambas “reflejan mundos e intereses limitados (el mundo académico y el mundo del trabajo)”.
¿No queda la práctica profesional desprovista de sentido si se le desarrolla sin análisis y reflexión teórica? ¿No toma el mundo de la empresa un control excesivo de las operaciones socio-profesionales si se desnudan éstas de su carácter reflexivo y conceptual? Llevada nuestra inquietud al extremo, nos preguntamos: ¿cómo se opera el mundo sin comprenderlo? O mejor, ¿a qué intereses sirve una operación del mundo sin su reflexión y su comprensión? ¿No debería entonces ser considerada la competencia –por lo menos en el mundo académico- como una noción que incluyera un diálogo de ida y vuelta entre el objeto socio-profesional al que sirve utilitariamente y el objeto de estudio que la provee de significado y sentido?
¿cómo y por qué razones habremos de re-significar esta noción para que tome un significado más académico que vincule los marcos referenciales teóricos del estudiante con la acción misma en que se ponen en juego precisamente esos saberes? ¿Es esto posible? ¿No conspira de origen, académicamente hablando, la noción de capacitación contra la noción misma de educación? ¿Capacitar y educar son realmente cosas distintas? ¿Por qué? ¿En qué estriba la diferencia que hace a los académicos alejarse de la capacitación para atrincherarse en la educación, al mismo tiempo que a los empresarios alejarse de ésta para atrincherarse en aquella? Este tipo de constructos pedagógicos, creemos, son los que deben ser examinados y comprendidos suficientemente por profesores y funcionarios académicos un ndados –a veces sólo discursivamente- en el desarrollo de competencias[H1] .
[H1] no siempres se acepta tan fácil la formación de los laumnos, para el trabajo, ni la escuela como empresa, pero asi planteado, parece ser más acertado, la comparacion.
SOBRE EL APRENDIZAJE EN SI
Considerar los conocimientos como una realidad construida por el propio sujeto en el proceso mismo de aprenderla, exige, al común de los profesores universitarios, comprender unos niveles de complejidad cognitiva que ya no fácilmente entran en su dominio conceptual.
¿En qué examen final, de prácticamente cualquier materia universitaria, se analizan y reflexionan los cambios estructurales y personales ocurridos en los estudiantes en tanto seres humanos por encima de los contenidos programáticos? En una clase de comunicación el examen final contendrá preguntas a propósito de unos contenidos de comunicación vistos en clase, de ninguna manera y en ningún caso habrá ahí pregunta alguna respecto de los cambios ocurridos en las formas de comunicación del estudiante en tanto persona.
¿el aprendizaje es algo tan absolutamente trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?. No negamos, en absoluto, que unos determinados conocimientos se hicieron presentes en el espacio de esa relación de enseñanza-aprendizaje, pero sospechamos que la naturaleza del aprendizaje, como realidad existencial humana, está aquí totalmente trivializada. Sabemos que al aprender, el ser humano se transforma, si no fuera así, la evolución y la civilización no se explicarían; entonces ¿por qué cuando se habla de aprendizaje el énfasis educativo está puesto en los contenidos y en el proceso de enseñanza-aprendizaje y no en la identidad personal y el proceso de transformación del sujeto? En este sentido, nuestra sospecha va más allá de sólo poner en cuestión la noción de mediación. Creemos que, al aprender, el ser humano está optando por una forma concreta de apropiación de la realidad, del mundo. Reconocemos que al aprender, el ser humano almacena determinados datos, pero no creemos que eso constituya propiamente el aprendizaje. ¿Qué es entonces lo que realmente lo constituye? Si es el estudiante quién aprende y lo que aprende lo construye él mismo, ¿por qué hablar de mediación? Evidentemente el maestro actúa comunicacionalmente de una determinada manera que según él, media el proceso de aprendizaje del estudiante, ¿pero qué es lo que media? Los conocimientos ciertamente no, porque éstos están siendo construidos por el propio estudiante.
¿Cómo hablar entonces de aprendizaje significativo y de aprendizaje situado sin antes haber establecido la naturaleza profunda del aprendizaje como tal, en unos términos además que develen cómo sucede –en virtud de este aprendizaje- la transformación profunda del sujeto? ¿Se deriva precisamente de esta transformación profunda de la persona que aprende la posibilidad de que el aprendizaje sea o no significativo[H1] ?
[H1]se debe considerar, que al aplicar el examen, no siempre es cuestion del docente, muchas veces, la administración de la escuela exige esto, no siempre es la apreciación del docente.
SOBRE EL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO
¿por qué hablar de aprendizajes significativos como algo que hay que conseguir? ¿No es acaso todo aprendizaje, de facto, por serlo, un aprendizaje significativo? ¿Es posible el aprendizaje no-significativo? Algunos autores consideran que el aprendizaje no significativo es aquel que solo es discursivo y memorístico.
Se nos ha dicho en los enfoques educativos propios de la psicología humanista-existencial que el ser humano aprende significativamente sólo aquello que percibe como necesario para la sobrevivencia o el desarrollo del sí mismo, pero hay otras corrientes teóricas propias del constructivismo que conciben el aprendizaje significativo más bien en los términos de un aprendizaje donde los contenidos nuevos pueden ser asimilados a los viejos, dentro, siempre, de la estructura cognitiva del sujeto.
El discurso magisterial en el aula no nos parece que sea en sí mismo una aberración educativa[H1] .
[H1]entendemos en el aula como significativo, aquello que el el aulo adquierio, utiliza y le sirve para presentar cierta actitud, el texto es limitado a una sola acción.
SOBRE EL APRENDIZAJE SITUADO
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Aprendizaje situado, se hace de forma muy restringida, es decir, entendiendo por situación de aprendizaje el ubicar los procesos mismos de enseñanza-aprendizaje de unos ciertos contenidos
Al desarrollo de las competencias como panacea de eficiencia operativa, enfocan e iluminan la realidad misma en cuanto que es el lugar donde acontecen los problemas que se quieren resolver, obscureciendo así, creemos nosotros, otros aspectos fundamentales del concepto situar.
Por último, nos preguntamos qué relación guarda el aprendizaje significativo con el situado, ya que pareciera ser que para distintos autores, al situar el aprendizaje dentro del interés del estudiante también y simultáneamente se está garantizando en alguna medida que tal aprendizaje sea significativo. Es fundamental el análisis y la reflexión de todos estos interrogantes si deseamos realmente articular en un mismo proceso de enseñanza-aprendizaje las nociones: competencia, aprendizaje, aprendizaje significativo y aprendizaje situado[H1] .
[H1]Para que el alumno mantenga la motivación por algun tema debe estar situado, en algo que el este viviendo o que pueda encontar algun interes a futuro, con esto se logra un aprendizaje significativo
DEFINICION DE COMPETENCIA
“Gonczi definió a la competencia como una serie de atributos (conocimientos, valores, habilidades y actitudes) que se utilizan en diversas combinaciones para llevar a cabo tareas ocupacionales”.De hecho, este mismo autor en 1994 “acuñó el enfoque de competencia integral u holístico, definiéndolo como una compleja estructura de atributos (conocimientos, actitudes, valores y habilidades) necesarios para el desempeño en situaciones específicas”. En tal enfoque, Gonczi concibe las competencias integrales y holísticas como una imbricada estructura cognitivo-ocupacional que “integra y relaciona atributos y tareas, que permite que ocurran varias acciones intencionadas simultáneas, (y) toma en cuenta el contexto (y la cultura del lugar de trabajo) en el cual tiene lugar la acción”.
“Competencia es la capacidad para movilizar saberes en un contexto determinado, en la acción y con éxito, para satisfacer necesidades, atender situaciones, resolver problemas, tomar decisiones y/o lograr objetivos”.[1][H1]
[1] La definición referida fue construida inductivamente por los maestros del departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano del ITESO en una sesión de trabajo colaborativo durante el Seminario: Desarrollo de Guías de Aprendizaje coordinado por la Mtra. Lorena Herrero Serment dependiente del Proyecto de Renovación Educativa de la Dirección General Académica el 9 de Febrero del 2005
[H1]pienso que es unicamnet cuestión de analizar conceptod y no anotar una definición propia con otra palabras para señalar que se hizo una aportación
LA COMPETENCIA ES UNA CAPACIDAD.
Pérrenoud afirma que la competencia es una capacidad. La labor educativa del capacitador: “En un trabajo centrado en las competencias –postula -, el problema es el que organiza los conocimientos y no el discurso. Así, se ignora una parte de la ciencia del magíster. Sólo le queda reconstruir otras satisfacciones profesionales, la del capacitador, cuya pericia no consiste en exponer saberes de manera discursiva, sino en sugerir y hacer trabajar los vínculos entre los saberes y las situaciones concretas”.
LA COMPETENCIA MOVILIZA LOS SABERES
Entendemos que la movilización de conocimientos no puede ser un acto que arranque –por decirlo de algún modo- de cero. Tal movilización creemos supone unos conocimientos movilizados y una estructura cognitiva que los moviliza. Para el propio Pérrenoud tales estructuras cognitivas están sustentadas en la noción de esquema de Jean Piaget en tanto que para él, son estos esquemas precisamente los que se ven organizados por las competencias. Al respecto, Pérrenoud plantea: "¿una competencia es un simple esquema? Diría más bien que una competencia organiza un conjunto de esquemas. Un esquema es una totalidad constituida, que sirve de base a una acción o a una operación singular, mientras que una competencia de cierta complejidad pone en práctica varios esquemas de percepción, de pensamiento, de evaluación y de acción, que sirven de base a inferencias, anticipaciones, transposiciones analógicas, generalizaciones, al cálculo de las probabilidades, al establecimiento de un diagnóstico a partir de un conjunto de indicios, a la investigación de informaciones pertinentes, a la formación de una decisión, etc."
De todo esto pues se desprende que no basta situar el aprendizaje en una realidad problemática, sino que tal acto cumpla con otros requisitos[H1] .
[H1]si ahora se habla de la necesidad de seres que puedan resolver los problemas que la sociedad presenta, la competitividad, tiene que ser una capacidad, es decir seres capaces de competir, para alcanzar las metas que el ser tiene y la sociedad tiene.
LA COMPETENCIA ES UNA CAPACIDAD
De todo esto pues se desprende que no basta situar el aprendizaje en una realidad problemática, sino que tal acto cumpla con otros requisitos[H1] .
[H1]si ahora se habla de la necesidad de seres que puedan resolver los problemas que la sociedad presenta, la competitividad, tiene que ser una capacidad, es decir seres capaces de competir, para alcanzar las metas que el ser tiene y la sociedad tiene.
APRENDIZAJE: CONSTRUCIÓN DEL SI MISMO.
He aquí pues que la noción de aprehendizaje en su origen etimológico, nos devela el acto intelectual humano de prender, de coger, de apresar, de adoptar, en fin, de un acto mental de apropiación.
Debido a todas estas consideraciones pensamos que todo aprendizaje es siempre un aprendizaje con “h”, en tanto que es apropiación de la realidad y construcción del sí mismo, y por ello precisamente, un aprendizaje significativo. Postulado así, sin embargo, parece que entramos en contradicción con algunos autores que afirman más bien que hay unos aprendizajes significativos y otros que no lo son. ¿Es esto cierto[H1] ?
[H1]Sencillamente, el ser humano tiene esa capacidad de tener aprendizajes, sin necesidad, de tener otro previos, es una habilidad genenetica innata, por lo tanto el puede apoderarse de conocimientos, en el momento que sea y en condiciones que sean.
EL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO.

Se dice –por ejemplo- que el maestro media conocimientos, pero ya hemos visto como los conocimientos no están predeterminados en los objetos ni en la estructura cognitiva de quién los aprehende, sino que éstos son el producto de una construcción desarrollada por el propio estudiante, por tanto no existe conocimiento alguno que mediar previo a la construcción del mismo. De modo que, si el maestro no media conocimientos ¿qué media? Si por mediación se están entendiendo los esfuerzos del maestro por crear condiciones propicias para que el estudiante construya conocimiento, entonces tal mediación se refiere únicamente a cómo se provee de un medio, y aun esto es dudoso ya que el medio es algo que también el estudiante construye bajo las mismas operaciones cognoscitivas antes analizadas.Así, nos parece que la noción de mediación no tiene el atributo adjudicado de proveer conocimientos, ni siquiera el de organizar el aprendizaje ya que éste se organiza por el propio estudiante a partir de su interés por aprender una determinada cosa. Proveer el interés por aprender, -si así es como se quiere entender mediación- nos resulta todavía más difícil de conseguir. Si no se pueden transmitir conocimientos, menos se puede “colocar” un interés donde no lo hay[H1] .
[H1]es dificil esta afirmación, se negaria que el docente es una gran motivador de los alumnos.
Más bien creemos justo lo contrario, es decir, que no es posible mediar ni facilitar el aprendizaje significativo, sencillamente, porque el maestro no puede mediar ni facilitar las necesidades cognoscitivas intrínsecas del estudiante que fundan sus procesos de adaptación. Puede proveer las herramientas físicas o psicológicas que supone que el estudiante necesita, pero la consecuencia de esta acción fundada en tal suposición puede resultar muy azarosa, ya que bien puede el estudiante estar necesitando herramientas muy distintas de las que el maestro supone. Mucho ganaría la praxis educativa si el maestro se preocupara por escuchar al estudiante y por responder lo más cerca posible a las necesidades cognoscitivas del estudiante siendo consciente de que lo hace desde los propios marcos teórico-prácticos de entendimiento y resolución de la realidad que el maestro tiene asimilados y que practica en su mundo profesional. No olvidemos que también el maestro está en proceso continuo de adaptación, y por tanto de aprendizaje con “h”, en los mismos términos aquí analizados. Al enseñar, el maestro está -en el mismo acto- aprehendiendo realidades, haciéndolas propias, y por tanto, construyéndose también a sí mismo.
Así lo expresa en su cuarta hipótesis: "La situación educativa que promueve más eficazmente un aprendizaje significativo es aquella en que 1) las amenazas al sí mismo del estudiante se reducen a un mínimo, y 2) se facilita la percepción diferenciada del campo de la experiencia".
En virtud de estas consideraciones pues, es que creemos que todo aprendizaje tiene siempre algún grado de significación para cada sujeto. Obviamente hay aprendizajes que sólo son importantes para los estudiantes universitarios porque es necesario aprobar una materia determinada. Todos hemos pasado por asignaturas odiosas que hemos tenido que aprender aunque sea sólo de manera discursiva y memorística, pero aun en estos casos, la importancia que han tenido esos aprendizajes obligatorios esconden algún significado[H1] .
[H1]Solo se hacen actividades, para acreditarla, de ahí que se tenga un aprendizaje sobre esa asignatura es dificil afirmarlo.
Ahora bien, sin entrar al análisis problemático de esta última parte en la cita de Flavell, enfatizamos el carácter holístico que supone cada adaptación humana. Por ello, nos seduce la concepción que Edgar Morin tiene del ser humano al concebirlo como un ser complejo en autoconstrucción evolutivo-dialógica donde la razón y la locura tienen asiento: “La dialógica sapiens-demens –afirma Morin- ha sido creadora al tiempo que destructora. Razón y locura ni siquiera se excluyen una a otra. Demens a menudo ha inhibido aunque también en ocasiones ha favorecido a sapiens”.[H1]
[H1]Me es confuso, enenteder, si en el trabajo docente existe diferencia entre ser facilitador y provedor o la acción es la misma, solo cuestión de entender un concepto u otro, por que de todos es entendido, que no podemos modificar las estructuras cerebrales de uan persona, por mas esfuerzo que se haga.
EL APRENDIZAJE SITUADO
Se trata de: 1) el interés del estudiante por aprender algo; y 2) las posibilidades reales que tal estudiante tiene para acometer con éxito la tarea de construir un determinado conocimiento
A esta última noción, Vigotsky la llama Zona de desarrollo próximo.
SITUAR EL APRENDIZAJE EN EL INTERES DEL ESTUDIANTE
Para situar el aprendizaje afectivamente dentro del interés del estudiante, hemos de considerar al menos los tres tipos de interés que, según Habermas, promueven toda construcción del conocimiento y que tienen que ver con esta división paradigmática de la epistemología contemporánea: 1) el interés por controlar la realidad; 2) el interés por comprenderla de manera holística; y 3) el interés por transformarla o emanciparse a través de la acción de unas ciertas relaciones de poder.
Bajo estas primeras consideraciones, situar el aprendizaje, implica favorecer el descubrimiento, por parte del estudiante, de su verdadero interés por aprender algo, pues sin este reconocimiento, tanto el estudiante como el maestro se pueden estar equivocando tanto en el fin como en el modo de aproximarse a la construcción del conocimiento en tanto tarea educativa.Por otro lado, el interés por el aprendizaje también refiere a una dimensión social y ética. Situar el aprendizaje únicamente en los términos que el desarrollo de las competencias demanda, pareciera promover profesionales capaces del “qué hacer” y del “cómo hacerlo”, dejando preocupantemente fuera de la formación el “con quién” y el “para qué” hacer las cosas.
"La educación a lo largo de la vida –afirma él- se basa en cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser".
Dicho en palabras nuestras, el reto de poder situar el aprendizaje no se resuelve únicamente reduciendo tal noción a la trivialidad de situar una acción de aprendizaje en un ámbito concreto de problemas. Al menos estas otras dos dimensiones intra-psicológicas deben ser consideradas si se desea tener éxito[H1] .
[H1]Muchas veces los alumnos desconocen la realidad, y entonces es necesario hacer analisis sobre esto y que el alumno se situe en estas de ahí parta su interes y ubicación o situar sus aprendizajes en esa realidad.
En este sentido, reconocemos la importancia fundamental que tiene para la educación, ubicar el corazón del proceso de enseñanza-aprendizaje en la acción, en tanto que es en ella que la construcción de conocimientos se garantiza al poner en conflicto cognitivo la organización de los esquemas de entendimiento de la realidad que todo estudiante tiene como estructura fundamental para orientar su propia y muy personal adaptación a la vida; también debido a que es en la acción y no sólo en el pensamiento, que el estudiante opta por un modo de estar en el mundo al aprehenderlo con “h”, al apropiarse de él de un modo específico; y finalmente, porque es en la acción que el conocimiento toma un sentido singular y propio para cada estudiante.
Saber conocer y saber hacer resuelven la tarea humana de saber el qué y el cómo, pero de ninguna manera alcanzan para resolver social y éticamente el con quién y el para qué. Para ello, se necesita –en palabras de Delors- saber convivir y saber ser.
Más bien creemos, en franca oposición, que los todos los maestros de todas las universidades, si bien están demandados a desarrollar competencias operativas, también están exigidos por la misma sociedad a analizar y reflexionar el mundo de la profesión desde los valores sociales y desde las teorías que constituyen su saber[H1] .
[H1]hasta hoy coincidimos en el concepto que se maneja de las competencias para lograr ser , hacer y convivir.
La cuestión de desarrollar competencias, no es una cuestión sólo de desarrollar ciertas capacidades para atender determinados objetos socio-profesionales, sino que al hacerlo, se está, al mismo tiempo, optando por la construcción de la persona del maestro, del estudiante y, en cierta forma, del mundo. Ésta es la dimensión existencial insoslayable de toda relación educativa universitaria.
Esto nos lleva a reconocer al menos a dos cuestiones fundamentales: 1) que sea poco o muy significativo un aprendizaje no depende del maestro, ni de las estrategias educativas, ni del programa, ni de la institución, sino del propio interés del estudiante que por lo demás no puede ser “sembrado” como tal por el maestro; y 2) que el desarrollo de las competencias formales no esteriliza el espacio educativo ni separa el proceso de enseñaza-aprendizaje universitario del resto de la dinámica personal del maestro y del estudiante. Estos actores educativos más bien añaden las necesidades generadas por la realidad educativa universitaria a las que ya de por sí traen encima.
El hecho de que el desarrollo de las competencias esté referido a satisfacer necesidades, atender situaciones, resolver problemas, tomar decisiones y/o lograr objetivos, y por ello tal desarrollo esté orientado a enfrentar al estudiante a este tipo de situaciones problemáticas, sólo muestra una cara del proceso.
La formación de profesionistas no está al servicio de las profesiones, sino que éstas y aquellos, se deben a una sociedad, y ésta, encuentra su sentido más profundo si en vez de mirarse a sí misma sólo como colectividad productiva, se mira como el proceso mismo de humanización de la especie[H1] .l
[H1]Sin duda el texto anterior, esta concordado con lo que hemos analizado en esta especialidad, se concuerda como es la aplicación de una acción, para llegar a un aprendizaje significativo y como se debe situar este proceso, para lograr el exito y sobre todo tener en cuenta que son seres humanos y que de ellos se parte todo el proceso y de los intereses que ellos tengan, lo novedoso es la papalabra de que el docente es un proveedor.
¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
No es tan simple como eso, es algo que se debe observar en el individuo, como las acciones que eset hace después de un proceso, las actitudes que tiene, la forma de hacer las cosas, los valores que pueda mostrar, debe elaborarse formas con mayores características para valorar si existe un aprendizaje.
Considero que es un trabajo muy amplio que de verdad es un esfuerzo grande el que ha realizado maestro,pues los aspectos que maneja en cuanto al aprendizaje y sus teorías son un reflejo de lo que los docentes Nuevos quieren, espero seguir contando con sus experiencias, un saludo desde Morelia.
ResponderEliminar¡En horabuena!
ResponderEliminarHa sido muy gratificante poder leer tu bitácora, particularmente el mapa conceptual sobre el aprendizaje significativo. Me ha permitido corroborar y enriquecer mis percepciones sobre mi práctica docente.
¡Gracias compeñero y a seguir trabajando en pro de nuestros jóvenes!
Buenas tardes compañero Hugo Javier:
ResponderEliminarSe nota claramente el interés que puso usted en el tema del aprendizaje, lo felicito por la información que aquí presenta. En lo particular creo que los mapas conceptuales son muy ilustrativos. Sólo quiero hacerle una pequeña sugerencia, quizás sea bueno condensar un poco más toda la información de tal manera que se puedan apreciar más claramente las ideas principales.
Le envío un cordial saludo.
Antonio
Hola Hugo.
ResponderEliminarLo felicito por su trabajo, con esto demuestra que esta potencializando sus competencias docentes y a su vez se nota el cambio de actitud hacia el trabajo áulico.
Al leer su trabajo viene a mi mente lo siguiente: No es nueva la pretensión de vincular la escuela con la vida. Prácticamente desde que las instituciones escolares existen o por lo menos desde que se implementó de manera generalizada- se han escuchado reclamos en ese sentido. Ahora depende de nosotros los docentes llevarla a cabo.
Un individuo aislado no existe.
Saludos y un reconocimiento por su trabajo.